Para el Grupo Bodegas Olarra, 2025 quedará como el año en el que tres líneas se cruzan y dibujan un nuevo comienzo: el relevo sereno en la enología, la consolidación de los vinos de pueblo en Viana y la irrupción de EL RAYO Olarra como primer Vino de Logroño y compañero de viaje de algunos de los proyectos culturales más vivos de la ciudad.
Un relevo tranquilo que marca época
Este año hemos acompañado la última vendimia de Javier Martínez de Salinas, una figura clave en la historia reciente del Grupo. En la entrevista “Javier Martínez de Salinas encara su última vendimia «que será muy corta y si no se tuerce, excelente»” se refleja bien el momento: una cosecha corta en cantidad, excelente en calidad y perfecta para que el relevo se haga con calma y con todos los matices. Os dimos a conocer sus impresiones en esta entrevista que podéis leer aquí.
Ese relevo se hizo aún más tangible en “El último remolque”, donde vemos a Salinas recibiendo el último carro de uva de su carrera en Bodegas Olarra, junto al viticultor Javier, de Kripán, y a Diego Orío, que tomará el testigo en la dirección técnica en los próximos meses. Ningún discurso grandilocuente, solo el tractor, la conversación tranquila y la sensación de que termina un ciclo y empieza otro.
Ha sido, literalmente, un relevo tranquilo: el tipo de final que encaja con la forma de entender el vino en el Grupo, donde los cambios importantes se hacen sin estridencias, pero con todo el peso de la experiencia detrás.

Javier Martínez de Salinas y Diego Orío toman un vino en la sala de barricas de Bodegas Olarra.
Viana y la Rioja inédita: el año de los vinos de pueblo
Si miramos hacia Viana, 2025 ha sido el año en que la idea de “Rioja inédita” ha dejado de ser un concepto para convertirse en una realidad reconocida. Bodegas Ondarre ha seguido dibujando ese mapa a través de sus vinos de pueblo: pequeños viñedos, suelos muy variables y parcelas que rara vez alcanzan una hectárea, tal y como se cuenta en los reportajes dedicados a los vinos de Viana y a la bodega como “alma de una Rioja inédita”.
Esa apuesta por el origen se ha visto reforzada con “Vinos de Pueblo de Viana: medallas que refuerzan nuestra filosofía”, donde se recogen las excelentes puntuaciones obtenidas en concursos y guías internacionales. Más allá de las medallas, el mensaje es claro: el trabajo paciente en viñedo y la lectura detallada del territorio encuentran eco dentro y fuera de nuestras fronteras.
A todo ello se suma un reconocimiento clave en otro frente: el cava. Bodegas Ondarre ha accedido a la élite del Cava con el sello de Elaborador Integral, un distintivo que solo ostentan 17 de las 350 bodegas de la DOP Cava y que garantiza que todo el proceso se realiza íntegramente en la propia bodega. Es una forma más de decir que, tanto en Rioja como en Cava, el control del proceso de principio a fin forma parte de nuestra manera de trabajar.
Y 2025 pasará a la historia como el año de consolidación de Los Otros de Ondarre. La saga ha crecido con una segunda añada de La Asomada, la presentación de La Antanilla y la ya casi inminente llegada de El Terco, un Rosado Gran Reserva 100% Mazuelo que te va a dejar mudo.

Viñedos de Bodegas Ondarre con Viana al fondo.
EL RAYO Olarra: Logroño, música y vino
El tercer gran hito del año lo firma EL RAYO Olarra. La añada 2022 se ha presentado como la cuarta entrega de este proyecto y, sobre todo, como el Primer Vino de Logroño con sello oficial de Vino de Pueblo: un vino que procede íntegramente del viñedo de Peñalogroño, en la zona de El Cortijo, y que sitúa por fin a la capital riojana en la etiqueta, no solo en el imaginario.
Ese mismo vino ha sido el nexo perfecto entre ciudad, música y cultura. La alianza con MUWI La Rioja Music Fest ha dado lugar a una edición especial de EL RAYO Olarra y a un programa de actividades donde el vino ha estado tan presente como la música: catas, visitas, espectáculos y un wine bar en el recinto principal han confirmado que la colaboración entre Bodegas Olarra y MUWI no es un gesto puntual, sino una relación con vocación de continuidad.
En paralelo, EL RAYO Olarra ha acompañado también el ciclo “El Eco de la Sierra”, producido por Cencerro Producciones junto a Sierra Sonora. En el Círculo Logroñés, algunos de los conciertos más íntimos del año se han cerrado con un cóctel final maridado con vinos de EL RAYO Olarra y cocina Km0 riojana, reforzando la idea de que el vino puede y debe estar presente allí donde la cultura se vive de cerca.
Música, ciudad y vino se han encontrado este año con una naturalidad que, hace no tanto, todavía parecía lejana.

Presentación de EL RAYO Olarra 22 como Primer Vino de Logroño
Reconocimientos que consolidan el camino
En el plano de las puntuaciones, el Rioja Special Report de Tim Atkin ha vuelto a situar al Grupo en una posición destacada, con excelentes valoraciones para vinos de las tres bodegas y la confirmación de que el trabajo de fondo que se está haciendo se refleja también en la mirada de los críticos internacionales.
En el ámbito literario, el XXXI Premio Bodegas Olarra & Café Bretón ha recaído en “El narco y el nazi”, de David López Canales y Christian Bergmann, una investigación periodística que explora la alianza entre narcotráfico y nazismo en la Bolivia de los años 80. Es un ejemplo más de esa relación estable entre Bodegas Olarra y la cultura, que se mantiene desde hace décadas y que este año ha sumado un nuevo capítulo.

Puntuaciones del Rioja 2025 Special Report de Tim Atkin.
Aniversarios discretos y una mirada al Tajo
2025 ha sido también año de aniversarios. Añares ha cumplido 40 años como lo que siempre quiso ser: un vino fácil de beber, pensado para quienes disfrutan del vino sin complicaciones. Cuatro décadas después, sigue siendo un vino que se vive en la mesa de cada día más que en los grandes titulares, tal y como se recordaba en el artículo “AÑARES, 40 años de un vino que se vive”.
El 40 aniversario de Bodegas Ondarre comparte esa misma filosofía: lejos de grandes celebraciones, el mejor homenaje ha sido seguir haciendo lo que define a la casa desde sus inicios —trabajar el viñedo de Viana con paciencia, elaborar largas crianzas y, ahora, dar un paso más con los vinos de pueblo y el sello de Elaborador Integral de Cava.
Mientras tanto, Casa del Valle ha reforzado su papel como “château” en el valle del Tajo, recordando que el Grupo no solo mira a Rioja. A menos de una hora de Madrid, entre olivos, cipreses y campos de lavanda, la bodega se ha reivindicado como un lugar donde paisaje y viñedo construyen un carácter propio, con una cultura de vino de pago en versión castellana.

Casa del Valle, un Château en el valle del Tajo
Mirando todo el año con algo de perspectiva, 2025 no ha sido un año de fuegos artificiales sino de movimientos profundos: un relevo sereno en la enología, una Rioja inédita que se afirma desde Viana, un vino de Logroño que por fin pone a la ciudad en la etiqueta y una relación cada vez más estrecha entre vino, música y cultura.
El camino sigue, pero el punto en el que lo dejamos al cerrar este año dice mucho de hacia dónde queremos ir.



