
Hace un par de semanas, Javier Martínez de Salinas, nuestro enólogo, acompañó la llegada del último remolque de uva de la que ya podemos decir que ha sido su última vendimia en Bodegas Olarra. Después de tanto tiempo con nosotros le llega la hora de la jubilación.
La descarga fue obra de Javier, viticultor de Cripán, y junto a ellos por supuesto estuvo Diego Orío, que tomará el relevo en la dirección técnica en tan solo unos meses, pero que lleva ya desde el verano cogiéndole al pulso a las bodegas del Grupo. Tres nombres y un momento sencillo que marcó el cierre de una etapa importante en nuestra historia reciente.
No hubo por supuesto discursos ni gestos solemnes. Solo el sonido del tractor, la conversación pausada y la calma de quien sabe que termina un ciclo. Ahora que la vendimia ha terminado y la bodega recupera su ritmo habitual y cierta tranquilidad, compartimos estas imágenes como recuerdo de aquel día.
Un final tranquilo, como tantas veces decimos de nuestros vinos.